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Consecuencias al no tratar las caries

  • Gerardo Racca
  • 22 nov 2016
  • 3 Min. de lectura

Mucha gente lo ha sufrido, algunos con más dolor, otros con menos, unos se han gastado más dinero en recuperarse, otros menos… ¿Pero qué diferencia todos estos casos? ¿Cuál es el factor determinante que hará que la caries sea un simple trámite o un auténtico dolor de cabeza (y de muelas)? La respuesta es muy sencilla: la celeridad del tratamiento.

La caries: Un problema contrarreloj

Cada día en el interior de nuestra boca se alojan partículas de alimentos y bacterias, lo que se conoce como la llamada placa bacteriana. Esta placa va generando ácidos que ocasionan la desmineralización de los tejidos orales, lo que consigue penetrar en el mismo en caso de que no se trate, por lo que podemos llegar a perder la pieza dental.

Pese a que el reconocimiento de una caries dental es algo simple ya que se puede ver a ojos vista, en ciertos casos éstas se desarrollan en recónditos lugares escondidos, por lo que en caso de que este sea el caso podemos padecer esta problemática de forma silenciosa hasta que sea demasiado tarde, de ahí la importancia de acudir al dentista de forma periódica y que sea él quien nos diga que estamos libres de patología.

La caries va profundizando gradualmente desde el esmalte hasta las capas más profundas del diente, por lo que un tratamiento realizado cuanto antes ahorra dinero, problema y dolores, pero… ¿Qué pasa si lo vamos dejando? En ocasiones, algunos pacientes deciden dejarlo de lado, tratando de obviar que existe este problema.

En las fases primarias como decíamos ya de por sí es complicado que detectemos la caries en los dientes, ya que esta cursa de forma asintomática. En este sentido, es nuestro dentista quien tiene el deber de realizar una exploración detallada de la cavidad oral e indicarnos si estamos libres o si por el contra existe una presencia de enfermedad.

En el siguiente estado, la caries llega a atacar a la dentina, haciendo su presencia más evidente a la vista. En este momento ya ocasionará un dolor agudo, por lo que el uso de antiinflamatorios está indicado. Pese a esto un antiinflamatorio no va a hacer nada contra la caries, por lo que tenemos que acudir al dentista y que sea él quien determine cuál es el mejor tratamiento para frenar esta problemática. En caso de que el tejido del diente sea alcanzado encontraremos daño en los ligamentos periodontales, el hueso y en la encía, lo que ocasionará un dolor más intenso que el simple dolor de muelas.

En las últimas fases de la caries, el diente se verá ampliamente perforado, puede romperse debido a la debilidad de su estructura ya mermada y podemos terminar por perderlo directamente. ¿Cómo evitamos esta pérdida? Siempre tratando la caries cuanto antes. Dependerá de cada paciente y el estado de la caries cuál será el tratamiento a modo de protocolo de actuación, pero disponemos de muchas técnicas que van desde el sencillo empaste, que se encargará de hacer que volvamos a sonreír sin problema hasta la técnica de implantología dental en los casos donde la caries dental haya hecho una afectación tan grande que haya terminado por “tirarnos el diente”.

Como decimos, más allá de todas estas técnicas que facilitamos para recuperar una caries debemos hacer hincapié en que el método más barato y eficaz para luchar contra la caries es la prevención en todo su conjunto. Un buen cepillado sumado a una higiene oral completa, reduciendo los dulces y las bebidas que desmineralicen nuestros dientes hará que no tengamos problemas orales y si a esto también le sumamos la visita de carácter semestral a nuestro odontólogo de confianza, podemos dar por hecho que las caries que tengamos, si las llegamos a tener, apenas serán un pequeño susto que curaremos en una sola sesión, ahorrando problemas, dolores de cabeza y dinero.


 
 
 

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